El fútbol femenino ha emergido como una fuerza en los últimos años, situándose en el primer plano de la actualidad deportiva desde el Mundial de 2019. Este crecimiento refleja un largo camino hacia la igualdad de género en un deporte tradicionalmente dominado por hombres. En España, este viaje comenzó en 1914 con el Spanish Girl’s Club, el primer equipo femenino del país, desafiando las normas sociales de la época.
En una sociedad donde el deporte femenino era marginado, figuras como Paco Brú, ex jugador y entrenador, desafiaron las expectativas al formar el primer equipo femenino. A pesar de la resistencia inicial, el club logró organizar un partido benéfico para recaudar fondos contra la tuberculosis.
El evento fue un hito histórico, desafiando estereotipos de género arraigados. Sin embargo, la prensa de la época se enfocó más en aspectos superficiales como la apariencia de las jugadoras en lugar de sus habilidades futbolísticas, reflejando prejuicios de género.
A pesar de la cancelación de la gira debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, el Spanish Girl’s Club sentó las bases para el avance del fútbol femenino en España. Aunque la Guerra Civil y la era franquista suprimieron el deporte femenino, figuras como Conchi "Amancio", la primera jugadora profesional de futbol de España, y clubes como el Valencia, Levante o Atlético continuaron impulsando el fútbol femenino en la década de 1930.
Este legado continúa hoy en día, con el fútbol femenino ganando terreno y estableciendo un lugar permanente en la historia del deporte español.
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